lunes, 24 de agosto de 2009

Los famosos esguinces y los tobillos inestables

Generalmente en casi todas las disciplinas deportivas en la que se utilizan los miembros inferiores para desplazarse es común la lesión en el tobillo tipo esguince o puede haber fractura de dicho miembro. Entre los corredores se observa esta lesión producida por falla en el pavimento o correr en superficies irregulares, en los montañistas y excursionista al pisar una superficie muy irregular o caer desde sus propios pies es frecuente. Independientemente del grado de esguince entre el segundo a tercero (previa evaluación por el traumatólogo ) y la conducta de si es quirúrgico o no, de llevar inmovilización tipo yeso o férula por 7 a 15 días y posterior la rehabilitación, el tobillo no vuelve a ser igual y en cualquier momento puede repetirse el drama.
Estudios realizados demostraron que si el paciente se paraba en la pierna donde había ocurrido el esguince (meses despues) se observó que casi invariablemente comenzaban a trastabillar, abrían sus brazos buscando balance y ponían el pie que tenían en el aire sobre el suelo mucho antes que el otro grupo en estudio no habían sufrido la torcedura.
Este estudio se denominó entrenamiento de balance y consiste apoyarse en la pierna afectada por un minuto, descansar y repetirlo varias veces al día durante 4 semanas. El resultado fué increible ya que los corredores sentían más seguridad en sus tobillos lesionados y tenían la sensación de que sus tobillos o cederían más adelante a torceduras adicionales, ya que allí interviene el sistema nervioso, hay receptores neurales en los ligamentos en todas las articulaciones. Al dañarse el ligamento se dañan los receptores y el cerebro no recibe señales de cómo está posicionando el tobillo y el pie con respecto al suelo. Este sentido hace que se pierda estabilidad y se repita la lesión.

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