viernes, 1 de agosto de 2008

Los rayos solares y la piel











Los riesgos de la aparición de melanoma aumentan bajo el sol. El sol puede producir efectos agudos y pasajeros como una insolación, pero una exposición constante puede ocasionar consecuencias crónicas. Al envejecimiento natural de la piel, siempre se suma un deterioro extra según la cantidad de sol que cada quien lleva a lo largo de su vida. Según la médica dermatóloga Elda Giasante, otra consecuencia del sol son los léntigos, esas manchas solares que en las zonas más expuesta al sol como la cara o el dorso de las manos. También puede haber un aumento de tamaño de las glándulas sebáceas y pueden aparecer comedones abiertos y cerrados, que son espinillas y puntos negros. A largo plazo también pueden presentarse otras lesiones como las queratosis actínicas, los carcinomas espinocelulares y basocelulares. También hay enfermedades que empeoran con el sol, como el lupus eritematoso, el acné, el melasma y la urticaria solar, así cómo el consumo de ciertos antibióticos y antihipertensivos.
Prevención:
Utilizar protector solar, el cual debe ofrecer resguardo contra los rayos UVA y UVB, y se debe tener un factor de protección solar no menos de 30.
.Aplicar el protector solar en cantidad suficiente aproximadamente media hora antes de exponerse al sol.
.Agitar el frasco para mezclar bien las partículas que puedan haberse asentado.
.Verificar la fecha de vencimiento. pues algunos ingredientes se degradan con el tiempo.
                Dr. Héctor Simón Pérez González (hectorescalando@gmail.com)

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